Teachers from different countries (Russia, Germany, Poland, Spain...) attend the course "Creativity in the classroom" with the teacher trainer and writer Chaz Pugliese.
Will our students at I.E.S. Odra-Pisuerga enjoy creative activities in their lessons? SURE!Here is one of our teachers in a training session with Adrian Underhill about how important is to promote "active" listening skills between teacher and students.
Las jornadas de formación sobre Erasmus Plus tuvieron lugar en Cádiz los días 20 y 21 de Junio. El I.E.S. Odra-Pisuerga comenzó entonces a viajar por Europa...: primera parada; " la Tacita de Plata"
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La tranquilidad en un recinto universitario es primordial para el óptimo desarrollo de las actividades académicas. Sin embargo, imprevistos como un fuego pueden alterar esa paz. En ese momento crítico, un aliado fundamental toma protagonismo: el extintor ABC. Pero, ¿qué tanto sabemos de estos guardianes rojos contra las llamas?
El nombre "extintor ABC" no es casualidad. Indica su capacidad para combatir distintos tipos de incendios, clasificados según el material combustible:
Clase A: Sólidos como madera, papel o tela.
Clase B: Líquidos inflamables como gasolina o alcohol.
Clase C: Gases inflamables como el propano o el butano.
Gracias a su agente extintor a base de fosfato monoamónico, el extintor de polvo abc se ha convertido en el arma predilecta en espacios universitarios con gran variedad de materiales.
Si bien el extor ABC es un polifacético luchador contra incendios, tiene sus limitaciones. Por ejemplo, no es efectivo contra:
Fuegos de Clase D: Metales como magnesio o sodio.
Fuegos eléctricos: Requiere extintores especiales dieléctricos que no conduzcan la electricidad.
Aceites de cocina: El fosfato monoamónico puede reaccionar generando un incendio más intenso.
Para operar con eficacia un extintor ABC en caso de emergencia, familiarízate con sus partes:
Manómetro: Indica la presión del agente extintor en el interior.
Pasador de seguridad: Impide la activación accidental.
Válvula de disparo: Libera el agente extintor.
Manguera: Conduce el agente extintor hacia el fuego.
Boquilla: Dirige el agente extintor hacia las llamas.
El funcionamiento del extintor ABC es sencillo:
Retira el pasador de seguridad.
Apunta la boquilla hacia la base del fuego.
Presiona la válvula de disparo.
Barre el fuego de lado a lado hasta su completa extinción.
Saber usar un extintor ABC en una situación de emergencia puede marcar la diferencia. Aquí van algunos consejos para una acción efectiva:
Mantén la calma. La precipitación puede llevar a errores.
Evalúa la situación. Asegúrate que el fuego no sea de Clase D o eléctrico, donde el extintor ABC no es apto.
Mantén una distancia prudente del fuego. No te expongas a las llamas ni al humo.
Dispara el extintor en ráfagas cortas. Esto te permitirá controlar la presión y la cantidad de agente extintor utilizado.
Evacúa el área una vez controlado el fuego. Inhala lo menos posible el humo residual.
Para garantizar el correcto funcionamiento del extintor ABC, es fundamental realizar revisiones periódicas por personal cualificado. Estas revisiones suelen incluir:
Verificación de la presión interna.
Inspección del estado de la manguera y la boquilla.
Comprobación de la integridad del pasador de seguridad y la válvula de disparo.
Además de las revisiones profesionales, recuerda:
No manipules ni golpees el extintor.
Ubica el extintor en lugares visibles y de fácil acceso.
Mantén el área alrededor del extintor libre de obstáculos.
El extintor ABC, a pesar de su sencillez, juega un papel vital en la seguridad de las aulas universitarias. Conocer sus capacidades, limitaciones y funcionamiento básico te permitirá actuar con eficacia en caso de un incendio. Recuerda, la prevención es clave, pero estar preparado para lo inesperado también lo es. ¡Que el conocimiento sea tu mejor aliado contra el fuego!
Contratar una empresa de limpieza para clubes nocturnos no solo garantiza higiene, sino también cumplimiento legal. Una licencia de actividad es un requisito indispensable, ya que avala que la empresa opera dentro de la normativa vigente. Sin este documento, podrías enfrentar multas o clausuras. Además, este certificado asegura que el personal está capacitado y que se usan productos autorizados. En un entorno como los clubes, donde la acumulación de residuos y bacterias es alta, trabajar con profesionales autorizados es clave para mantener la salubridad y evitar problemas sanitarios.
Optar por una empresa de limpieza Sevilla especializada en clubes nocturnos ofrece múltiples beneficios. Estas compañías conocen las necesidades específicas del sector, como la eliminación de manchas difíciles, desinfección de zonas húmedas y limpieza rápida entre eventos. Su experiencia en locales de ocio les permite trabajar con eficiencia, incluso en horarios nocturnos. Además, utilizan maquinaria profesional que reduce tiempos y mejora resultados. Al elegir una empresa local, también garantizas un servicio ágil y adaptado a las ordenanzas municipales, algo crucial para evitar sanciones.
Las empresas de limpieza en Huelva destacan por su adaptabilidad y uso de técnicas innovadoras. En clubes nocturnos, donde el tráfico de personas es constante, aplican protocolos de desinfección reforzados, especialmente en áreas críticas como baños y barras. Su enfoque no solo abarca limpieza superficial, sino también mantenimiento preventivo para evitar malos olores y acumulación de suciedad. Muchas ofrecen servicios post-eventos, asegurando que el local quede impecable para el siguiente día. Esta profesionalización es vital para mantener la reputación del negocio y la satisfacción de los clientes.
Un servicio de limpieza profesional en clubes debe incluir desinfección de superficies, vaciado de contenedores y tratamiento de suelos. La licencia de actividad garantiza que estos procesos siguen estándares de salud pública. Se deben usar productos bactericidas y virucidas en zonas de alto contacto, como pomos y barandillas. Además, el personal debe estar formado en seguridad laboral, especialmente al manipular químicos. Estos protocolos no solo protegen a los clientes, sino también al equipo de trabajo, reduciendo riesgos de accidentes o contagios.
Al seleccionar una empresa de limpieza Sevilla, verifica su experiencia en el sector nocturno. Pide referencias y comprueba si usan tecnología como fregadoras automáticas o vapor seco. La flexibilidad horaria es otro aspecto crucial, ya que muchos clubes requieren servicios en madrugada. También evalúa si ofrecen contratos personalizados, ya que las necesidades varían según el tamaño del local. Una buena empresa no solo limpia, sino que también asesora en medidas preventivas para mantener el espacio en óptimas condiciones entre sesiones de limpieza profunda.
Las empresas de limpieza en Huelva suelen destacar por su conocimiento de normativas autonómicas y costumbres locales. A diferencia de otras regiones, aquí se prioriza la lucha contra la humedad, común en zonas cercanas a la costa. Además, muchas compañías incorporan prácticas eco-friendly, como el uso de productos biodegradables, algo cada vez más valorado por los clientes. Su cercanía también permite respuestas rápidas ante emergencias, como derrames o averías en sistemas de saneamiento. Esta adaptabilidad las convierte en aliadas ideales para negocios con alta rotación de público.
La limpieza en clubes nocturnos no puede dejarse al azar. Contratar una empresa con licencia de actividad, ya sea una empresa de limpieza Sevilla o empresas de limpieza en Huelva, asegura cumplimiento legal y resultados de calidad. Estos expertos no solo eliminan la suciedad visible, sino también los gérmenes y olores que afectan la experiencia del cliente. Invertir en un servicio profesional es, en definitiva, proteger la imagen de tu negocio y la salud de quienes lo frecuentan.
Aquí no venimos a dar rodeos ni a endulzar la realidad con frases vacías. El mantenimiento obligatorio de extintores no es una recomendación ni un consejo paternalista de los servicios de seguridad: es una obligación legal, una necesidad vital y un requisito técnico que podría marcar la diferencia entre apagar un conato de incendio o ver cómo se convierte en una tragedia en llamas.
Hay muchas cosas que se dan por hechas, pero pocas tan traicioneras como suponer que un extintor colgado en la pared está listo para actuar. Puedes tener el mejor equipo del mercado, pero si no está en condiciones óptimas, no sirve de absolutamente nada.
Y no, no hablamos en abstracto: el mantenimiento de unextintor es una responsabilidad que recae sobre los hombros de quienes lo instalan, lo gestionan o lo poseen. Y aunque parezca una de esas tareas que se pueden aplazar indefinidamente, la ley —y el sentido común— dicen lo contrario. De hecho, el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI) no deja lugar a dudas: los extintores deben revisarse periódicamente.
Si algo nos enseña la experiencia es que las desgracias llegan sin avisar. Ignorar el mantenimiento de los extintores es como dejar la puerta abierta a la tragedia, y cuando eso sucede, las consecuencias legales y económicas pueden ser demoledoras.
Primero, porque saltarse la revisión te expone a sanciones económicas que van desde los 600 hasta los más de 6.000 euros. Y segundo, porque si ocurre un incendio y no puedes demostrar que tus equipos estaban en regla, los seguros se desentienden, y tú te conviertes en el único responsable del daño.
Antes de pensar encomprar extintores, hay que entender que el gasto no termina ahí. Es solo el principio de un compromiso que exige seriedad, constancia y profesionalidad. Un extintor no es un adorno, es una herramienta de emergencia que debe estar siempre lista.
Las comunidades de vecinos son uno de los entornos donde más se ignora esta obligación. ¿Por qué? Porque todos piensan que es cosa del presidente, del administrador o de “alguien más”. Y ese "alguien" suele no hacer nada. El problema es que cuando hay un incendio en el cuarto de contadores o en el garaje, todos pagan las consecuencias.
Losextintores para comunidades de vecinos deben revisarse con la misma rigurosidad que en cualquier empresa o local comercial. No se trata solo de evitar sanciones, sino de proteger vidas humanas y bienes materiales. Y aquí no valen las excusas: la ley exige revisiones trimestrales, anuales y cada cinco años, todas ellas documentadas por empresas autorizadas. Cualquier negligencia puede derivar en investigaciones, denuncias y, lo peor de todo, en tragedias evitables.
No todos los extintores se crean igual. Los más comunes, los de polvo ABC, requieren inspección visual cada tres meses, recarga anual y prueba de presión a los cinco años. Fácil, ¿no? Pues aún así, la mayoría de la gente ni se entera de cuándo toca la siguiente revisión.
Por otro lado, los extintores de CO₂ son más delicados. Al contener gas a presión, su mantenimiento no permite errores. Una mínima fuga, una válvula desgastada o una manipulación inadecuada los deja completamente inservibles. Se utilizan en zonas con riesgo eléctrico, pero suelen olvidarse durante años colgados al lado de cuadros eléctricos. El día que se los necesita, no funcionan. Fin de la historia.
Las autoridades no necesitan esperar un incendio para actuar. Una simple inspección de bomberos o del ayuntamiento basta para detectar que tus extintores no están al día. Y cuando eso pasa, el golpe al bolsillo puede ser contundente: multas que arrancan en los 600 euros y ascienden según el grado de riesgo detectado.
Y si además hay un incidente y se demuestra que hubo negligencia, los seguros no solo no pagan, sino que pueden iniciar acciones legales contra ti. Y eso, amigo lector, no es solo perder dinero: es exponerse a responsabilidades penales.
No hablamos de hipótesis. En 2022, un taller en Valencia ardió tras un fallo eléctrico. El propietario intentó usar un extintor que llevaba colgado años sin revisión. Resultado: 60.000 euros en pérdidas, el seguro no cubrió nada y el negocio se vino abajo.
Otro caso ocurrió en una comunidad en Sevilla, donde un fuego en los contadores no pudo ser controlado porque todos los extintores estaban descargados. ¿Resultado? Una investigación abierta y una sanción de 3.500 euros al administrador. Y la certeza de que, por ahorrar unos cientos de euros, se puso en riesgo la vida de decenas de vecinos.
La ley es clara. Si tienes un negocio, te toca a ti. Si gestionas una comunidad, también. Y si alquilas un espacio, revisa el contrato. Pero lo esencial es que el mantenimiento debe hacerlo una empresa certificada, con técnicos autorizados, registros actualizados y protocolos claros.
Nada de apañárselas por cuenta propia ni de confiar en supuestos expertos sin papeles. Una revisión no documentada es como si no existiera. Y si llega una inspección, vas a necesitar pruebas físicas, informes sellados y certificados oficiales. Sin eso, estás completamente expuesto.
Revisión trimestral: visual, para comprobar estado general, ubicación y precintos.
Revisión anual: control técnico de presión, peso, cilindro, mangueras y boquillas.
Retimbrado quinquenal: prueba de presión interna en taller autorizado.
Saltarse una sola de estas etapas invalida el certificado del extintor, y eso significa que, legalmente, estás desprotegido.
Hoy en día es fácil encontrar empresas que ofrecen un servicio integral, desde la venta hasta el mantenimiento. Lo importante es que sean certificadas, ofrezcan garantía y trabajen con registros oficiales. Portales como Mundo Extintores o Compra Extintores Baratos son referencias confiables para contratar estos servicios. Ahí no solo puedes adquirir extintores, sino también programar mantenimientos y recibir avisos automáticos para no saltarte ninguna revisión. Seguridad, eficiencia y legalidad, todo en uno.
Tener un extintor colgado no es suficiente. Tenerlo operativo, revisado y certificado, sí lo es. En temas de seguridad contra incendios, la prevención es la única estrategia que sirve.
Así que no esperes al próximo susto ni a la multa sorpresa. Si eres responsable de un local, una vivienda o una comunidad, toma acción. Porque cuando el fuego llega, no hay segundas oportunidades. Solo queda lo que hiciste... o lo que no.
Abrir un negocio en una ciudad tan dinámica como Madrid no solo implica inversión, esfuerzo y visión empresarial, sino también compromiso con la seguridad. En especial, la protección contra incendios se ha convertido en uno de los pilares fundamentales para garantizar el funcionamiento adecuado de cualquier establecimiento. No basta con cumplir la normativa: se trata de proteger vidas, activos y reputación. En este contexto, comprender cuándo es obligatoria la ignifugación y qué locales deben aplicarla se convierte en una decisión estratégica que todo empresario debe conocer a fondo.
La normativa española de seguridad contra incendios, junto con las regulaciones autonómicas y municipales, establece criterios específicos sobre qué tipos de locales deben aplicar tratamientos ignífugos. Los factores determinantes incluyen el tipo de actividad, el aforo permitido, la superficie del local y los materiales utilizados en su construcción y decoración.
No todos los locales presentan el mismo nivel de riesgo: un restaurante con cocina industrial no tiene las mismas exigencias que una tienda de ropa o una oficina administrativa. Cada establecimiento requiere un estudio técnico que valore su exposición al fuego y determine las medidas necesarias. Ignorar este análisis puede derivar en sanciones, retrasos en la apertura o, peor aún, en siniestros con graves consecuencias.
Cuando hablamos de ignifugaciones madrid, entramos en un escenario donde la normativa es especialmente estricta. La densidad de población, la cercanía entre edificios y el elevado número de locales comerciales hacen que las autoridades exijan mayores medidas de protección. Un pequeño bar en el centro histórico, por ejemplo, puede requerir tratamientos ignífugos en techos, estructuras metálicas, cortinas o elementos decorativos para reducir la propagación del fuego.
En Madrid, estas medidas no son opcionales: son una garantía de seguridad y cumplimiento legal. Además, realizar una ignifugación profesional no solo cumple con la ley, sino que también aumenta la confianza de clientes, aseguradoras e inspectores municipales. Los certificados emitidos por empresas especializadas avalan que los materiales tratados cumplen con la resistencia al fuego exigida, un requisito indispensable para la obtención o renovación de la licencia de actividad.
Tan importante como la ignifugación es la correcta instalación y mantenimiento de los extintores en madrid. La normativa exige que todos los locales cuenten con equipos de extinción adecuados a su nivel de riesgo. No se trata únicamente de colocarlos, sino de asegurarse de que están certificados, correctamente ubicados y revisados periódicamente por técnicos autorizados.
La combinación de ignifugación y extintores ofrece una doble capa de protección: mientras los tratamientos ignífugos ralentizan el avance del fuego, los extintores permiten una intervención rápida que puede evitar daños mayores. Esta sinergia no solo protege las instalaciones, sino que también puede influir positivamente en el coste de las pólizas de seguro, ya que demuestra un compromiso activo con la seguridad.
Para quienes buscan comprar extintor en madrid, es fundamental acudir a empresas homologadas que ofrezcan productos certificados según la normativa europea. No todos los extintores sirven para el mismo tipo de fuego: los de polvo ABC son los más comunes por su versatilidad, pero los locales con cocinas o equipos eléctricos pueden requerir modelos de CO₂ o específicos para grasas.
Invertir en equipos de calidad y mantenerlos al día no es un gasto innecesario, sino una inversión en prevención. Un extintor caducado o mal ubicado puede resultar inútil en una emergencia, mientras que un sistema correctamente instalado puede marcar la diferencia entre un pequeño incidente y una tragedia. Además, en Madrid, la revisión anual obligatoria es una condición indispensable para pasar inspecciones municipales o auditorías de seguridad.
Obtener una licencia de actividad en Madrid implica cumplir una serie de requisitos técnicos, entre ellos los relacionados con la protección contra incendios. Durante la redacción del proyecto técnico, los profesionales evalúan el riesgo y determinan si es necesaria la ignifugación, el número y tipo de extintores, así como la señalización y salidas de emergencia.
Si un local no cumple con estas medidas, no solo puede ver retrasada su apertura, sino que también puede ser objeto de sanciones o clausuras. Por ello, asesorarse con técnicos especializados y contratar empresas certificadas desde el inicio del proyecto es la mejor estrategia para evitar problemas futuros y garantizar un entorno seguro tanto para trabajadores como para clientes.
Existen locales que no están obligados legalmente a aplicar medidas de ignifugación o a instalar determinados sistemas, como oficinas pequeñas o boutiques. Sin embargo, esto no significa que estén exentos de riesgo. La prevención voluntaria es una práctica cada vez más común entre empresarios que buscan proteger su inversión y garantizar la tranquilidad de su personal.
Un incendio puede originarse por un simple fallo eléctrico o por un material decorativo inflamable. Por ello, aplicar tratamientos ignífugos y contar con extintores operativos, aunque no sean obligatorios, puede convertirse en una decisión inteligente y rentable a largo plazo.
Uno de los fallos más habituales es creer que, si la ignifugación no aparece mencionada en el documento municipal, no es necesaria. La realidad es que la normativa técnica contra incendios exige un análisis detallado caso por caso. Ignorar la asesoría profesional o confiar únicamente en la experiencia de otros empresarios puede llevar a incumplimientos graves, multas e incluso al cierre temporal del local.
Contar con una empresa certificada que ofrezca informes, certificaciones y mantenimiento periódico garantiza no solo el cumplimiento normativo, sino también la protección de la inversión y la continuidad del negocio.
La ignifugación profesional no debe verse como un trámite burocrático, sino como una decisión empresarial estratégica. Proteger un local contra el fuego es proteger su rentabilidad, su reputación y, sobre todo, a las personas que lo habitan.
En Madrid, donde los controles de seguridad son cada vez más rigurosos, anticiparse a los requisitos y adoptar medidas preventivas es una ventaja competitiva. Los clientes confían más en establecimientos que demuestran responsabilidad y compromiso con la seguridad.